Históricamente, los esfuerzos para mejorar la eficiencia en el uso del agua y la energía han sido llevado a cabo por separado, mejorar la eficiencia tanto de la oferta como de la demanda permitirían a los países reducir la escasez de los recursos y maximizar los beneficios proporcionados por la infraestructura de agua y energía existente, ya que la eficiencia en el uso del agua es un concepto de múltiples facetas.
Por otra parte, mediante la obtención de más valor con los recursos disponible, reduciendo el consumo de recursos y la contaminación además del impacto ambiental del uso del agua para la producción de bienes y servicios en cada etapa de la cadena de valor y de la prestación de servicios de agua, problema que afecta a la sociedad y pieza clave en el proceso económico.
En otro orden de idea, toda sociedad con independencia de su nivel de desarrollo, su localización y su dotación de recursos, se enfrenta a problemas y desafíos relacionados con la seguridad hídrica y energética problemática muy marcada del municipio monge. Ya que el éxito del crecimiento económico requiere conseguir y realizar el potencial que los ecosistemas tienen para satisfacer las demandas de agua y energía que son esenciales para la vida y para los procesos de producción y consumo en los que el agua y la energía intervienen como insumos no replicable.
Texto: Gleisis Baudi
Muy interesante
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